miércoles, 23 de febrero de 2011

Son los políticos una ...??


Recientemente en nuestro país se han colocado vallas con la leyenda "LOS POLÍTICOS SON UNA MIERDA" las cuales se atribuyen a una organización denominada "Movimiento de Integración" comité cívico que se encuentra en proceso de inscripción.

Muchos posiblemente compartan mi sentimiento, que esta actitud no corresponde más que a una forma de llamar la atención, que no roza, sino que cae por completo a lo ridículo e impertinente. He de confesar que pensé mucho prestarme a darle también su momento de fama a esta actuación, pero ante semejante burla hacia nuestra Constitución Política de la República de Guatemala -CPRG-, como guatemalteca y en virtud del deber y derecho cívico que me ampara de "Cumplir y velar, porque se cumpla la Constitución de la República" (contenido en el artículo 135 inciso b) no puedo voltear la vista ante semejante desfachatez y falta de sentido común y a partir de éste suceso, y dejando por un lado mi opinión personal al respecto, hay varios puntos que deben tomarse en cuenta:

La primera y muy simple relación lógica que nos interesa en este asunto es que un político es aquel que se dedica a la política, y de ahí es donde debemos empezar, hablando de política y por ende, del Estado como una organización encaminada hacia ella. El término "política" proviene del griego "politikós" que significa "lo relativo al ordenamiento de la ciudad" es decir, es la actividad que tiende a gobernar o a dirigir el accionar del Estado en beneficio de la sociedad, y para ello es imprescindible destacar que uno de los elementos de este Estado es la autoridad.

En Guatemala el poder soberano radica en el pueblo (Art. 141 de la CPRG), que lo delega para su ejercicio en tres organismos que conforman el sistema de gobierno, el cual es republicano, democrático y representativo (Art. 140 de la CPRG) en pocas palabras significa que somos los guatemaltecos (todos los mayores de 18 años) quienes por medio del sufragio universal y secreto, elegimos a quienes nos han de representar para tomar las decisiones que interesan a la generalidad. De ahí que cuando se hable de política, sean las organizaciones que tienden a competir por el poder, las primeras que nos vienen a la mente. Me viene también a la mente la famosa frase de Aristóteles: "El hombre es un animal político" de acuerdo con ella, ir en contra de la política, es ir en contra de la naturaleza misma del ser humano que se organiza en relaciones de poder para poder convivir en sociedad.

Estoy totalmente consciente que la contienda electoral y que la lucha de poderes no se ha llevado en nuestro país, ni ahora ni nunca de una forma clara. Estoy consciente también que muchos (no podemos generalizar) de los que se han disputado el poder han engañado y no han desempeñado adecuadamente su papel como portadores de una bandera y de un escudo que representa un grupo tendiente a representar al pueblo en la toma de decisiones. En este juego de elección política, tan culpable es el candidato, como quien hace uso irresponsable de su derecho al voto, lo cual responde más que todo a una falta de cultura política, pero sobre todo esa a una ausencia de reglas claras del juego en la búsqueda del poder.

Tan político es quien aparece en la boleta electoral, como quien marca la X para elegirlo porque todos participamos de esa coyuntura política, ya sea de forma activa o pasiva, todos los guatemaltecos somos políticos, pero no todos somos "una mierda", y quizá entonces se deba a que algunos pocos, como quienes promovieron la colocación de esas vallas, quienes también son políticos, deseen aceptar públicamente lo que son y sea esa la estima que se automerecen.

Independientemente de la ofensa personal a todos los guatemaltecos con tal aseveración, ésta actuación es una burla a nuestra Constitución? El fin de una Constitución, incluida la que nos rige, tal como nos indica el preámbulo de la misma, es "organizar jurídica y políticamente al Estado" burlarnos de la política de esa forma, es burlarnos de la democracia, de la soberanía, del bien común, de la forma de elegir a nuestros representantes, del Estado en general, de Guatemala y de todo lo que ello representa.

Solo he de terminar diciendo que si bien es cierto que constitucionalmente se está garantizado que nadie puede ser perseguido ni molestado por sus opiniones, la contraprestación de ese derecho es que cada persona es responsable ante la ley si sus opiniones faltan el respeto a la vida privada o a la moral, o constituyen delito o falta. La ley de Emisión del Pensamiento (la cual es constitucional) establece cinco casos específicos en los cuales se abusa de este derecho: cuando impliquen traición a la patria, si tienen carácter sedicioso, cuando hieren a la moral, faltan el respeto a la vida privada o contengan calumnias o injurias, juzgue entonces el lector.

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